sábado, 19 de noviembre de 2011

Se acabó

Aún recuerdo cuando nos conocimos. Yo era un chaval en plena recta final de la adolescencia -de la cual no he terminado de salir aún- y tú eras apuesta y joven, como recién salida del horno. Te vi allí, estática, viendo el mundo pasar, y me encapriché. No quiero pecar de prepotencia pero podía haber conseguido a cualquiera, pero te elegí a ti, y, por qué no decirlo, se puede decir que tú también me elegiste a mí, porque eras -y sigues siendo- tan bonita, que era cuestión de tiempo que empezaras una aventura con un compañero de viajes.

Compartimos nuestros momentos más dulces, el final del bachillerato, la selectividad, todo lo hacíamos juntos, siempre pegados el uno del otro a todas partes. Cuando yo me iba a ir a la Universidad surgió una pequeña crisis, pero lo cierto es que los dos fuimos valientes y mantuvimos la chispa encendida durante mis tres años y pico en la Facultad.

Viajes, excursiones, hicimos muchísimas cosas. Tú me llevabas los bocadillos y comíamos en cualquier parte, donde nos pillara. Era amor puro y casto. Sí que reconozco que siempre fuiste tú la que llevabas el peso de la relación y eso termina cargando, y ya hace unos meses empecé a notar unas fisuras en ti de difícil recuperación. Aún con todo, no me esperaba esta ruptura, y menos ahora, que el sábado me examino de Oposiciones. ¿Por qué me dejas ahora? Te necesito, siempre te he necesitado, no me imagino yendo a los exámenes sin tu apoyo constante.

En fin, amigos, se me ha roto la mochila, y las de ahora ya no aguantan tanto. Te echaré de menos.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Puro desahogo

No pretendo crear empatía con vosotros, ni siquiera tengo intención de que aprendáis, esto que voy a escribir es puro desahogo, un vómito de un enfermo que necesita expulsar algunas cosas. Lo cierto es que es algo de lo que ya vengo quejándome en voz alta durante mucho tiempo, pero lo voy a dejar todo aquí ordenadito para que quede constancia del tortuoso camino opositor que me ha tocado vivir.

Primero tengo que decir que no es ningún suplicio, esta es mi elección, yo decidí embarcar en este gran transatlántico, grande, bonito y reluciente por fuera, pero con unas cloacas que a poco que tiras de la cadena te sale toda la mierda hacia fuera.

Oposito al Cuerpo de Maestros de Educación Primaria por Educación Física. Ya me presenté en 2009 y saqué un escaso 6.34 (aunque puede que gracias a ese escaso 6.34 empiece a trabajar de interino próximamente, ya que sólo hay 8 personas por delante de mí en la lista). En septiembre de 2009 decidí que si quería sacarme la plaza debía prepararme con tiempo, paciencia y mucho esfuerzo, y así tracé un plan de trabajo que tenía su fin en junio de 2011, fecha en la que se presuponía que iba a ser  la siguiente convocatoria. Me dejé llevar por eso de que en los últimos 20 años ha habido oposiciones en junio de los años impares. ¿Quién podía pensar que se desmoronaría todo?

Era -y sigo siendo, pero ahora de otro modo- todo ilusión, estudiar con tiempo te da una perspectiva diferente y la sensación de competencia y control de la situación es mucho mayor, te hace sentir mejor persona. Pero llegó febrero de 2011, a cuatro meses de los presuntos exámenes, y saltó la liebre, la Consejera de Educación de la CAM, Doña Lucía Figar (que apesta a Ministra que echa para atrás) nos ofreció el siguiente titular: "se cancelan las Oposiciones a Primaria". Pum. Recuerdo bajar de la biblioteca la tarde que me enteré muy cabizbajo, casi lloro. Pero cuando ya estaba hecho a la idea de buscar una alternativa la gran Esperanza Aguirre, una semana después, a lomos de su caballo Gallardino salvó la Educación madrileña: "habrá oposiciones en 2011". Pues vuelta a estudiar, no había tiempo que perder. Pero pasaban las semanas, los meses, y no había noticias de la convocatoria. A finales de abril ya todos intuíamos que en junio iba a ser imposible. Lo normal, lo que hizo mucha gente, muchos compañeros míos de hecho, era dejarlo. ¿Quién cojones se iba a pasar todo el verano estudiando?

La concreción de la Consejería era abrumadora: "Oposiciones a Primaria serán después de verano". Yo ya me esperaba cualquier cosa, porque el concepto "después de verano" es muy amplio, concretamente abarca todo el tiempo que no sea verano, desde finales de septiembre hasta...anda, no hay fecha final. Bueno, por si acaso me preparé a conciencia por si se les ocurría poner la fecha en septiembre. Nada. volvían a pasar las semanas, y cuando ya empezaba a sospechar que podrían dejarlo para junio (siempre tuve claro que iba a haber, lo que no sabía era cuándo) salió la fecha definitiva: 26 de noviembre.

Para que os hagáis una idea de la situación. Imaginad que estáis corriendo un maratón y que cuando vais por el kilómetro 35 te dicen "oye, no sabemos dónde vamos a poner la meta, tú sigue corriendo, que nosotros ya si eso te avisaremos". Y llegas al kilómetro 42, 43, 44...y tienes que seguir corriendo sin saber cuándo va a terminar la carrera.

Y aquí estoy, a una semana de las pruebas, realmente cansado física, mental y moralmente después de dos años (más el anterior) dándole vueltas a lo mismo, con ganas y necesidad de acabar y pasar página, pero sin perder el optimismo, porque pase lo que pase será el final.

Seguiré tocando hasta que se hunda el barco, como los músicos del Titanic. Espero ser de los que sobreviven. A TOPE. SIEMPRE A TOPE.